El año 2020 trajo muchos acontecimientos que nadie podría haber previsto. La nueva epidemia de la corona ha afectado a todas las industrias y ha cambiado la vida de millones de personas en todo el mundo. Este fenómeno único ha provocado un aumento significativo de la demanda de mascarillas, EPI y otros productos no tejidos. El crecimiento exponencial ha dificultado que los fabricantes puedan mantenerse al día con la demanda en rápido crecimiento mientras buscan aumentar la productividad de las máquinas y desarrollar capacidades ampliadas o nuevas a partir de los equipos existentes.
A medida que más fabricantes se apresuran a modernizar sus equipos, la falta de telas no tejidas de calidadsistemas de control de tensiónestá provocando mayores tasas de desperdicio, curvas de aprendizaje más pronunciadas y costosas y pérdida de productividad y ganancias. Dado que la mayoría de las mascarillas médicas, quirúrgicas y N95, así como otros suministros médicos y EPP críticos, están hechos de materiales no tejidos, la necesidad de productos de mayor calidad y mayor cantidad se ha convertido en un punto focal para los requisitos de los sistemas de control de tensión de calidad.
El no tejido es un tejido elaborado a partir de una mezcla de materiales naturales y sintéticos, fusionados mediante diversas tecnologías. Las telas no tejidas fundidas, utilizadas principalmente en la producción de mascarillas y PPPE, se fabrican a partir de partículas de resina que se funden en fibras y luego se soplan sobre una superficie giratoria: creando así una tela de un solo paso. Una vez creada la tela, es necesario fusionarla. Este proceso se puede realizar de cuatro formas: mediante resina, calor, presionando con miles de agujas o entrelazando con chorros de agua de alta velocidad.
Para fabricar la mascarilla se necesitan de dos a tres capas de tela no tejida. La capa interior es para comodidad, la capa intermedia se usa para filtración y la tercera capa se usa para protección. Además de esto, cada máscara requiere un puente nasal y aretes. Los tres materiales no tejidos se introducen en una máquina automatizada que dobla la tela, apila las capas una encima de otra, corta la tela a la longitud deseada y agrega los aretes y el puente nasal. Para obtener la máxima protección, cada mascarilla debe tener las tres capas y los cortes deben ser precisos. Para lograr esta precisión, Web necesita mantener la tensión adecuada en toda la línea de producción.
Cuando una planta de fabricación produce millones de mascarillas y EPI en un solo día, el control de la tensión es extremadamente importante. Calidad y consistencia son los resultados que toda planta de fabricación exige en todo momento. Un sistema de control de tensión de Montalvo puede maximizar la calidad del producto final de un fabricante, aumentar la productividad y la consistencia del producto y, al mismo tiempo, resolver cualquier problema relacionado con el control de tensión que puedan encontrar.
¿Por qué es importante el control de la tensión? El control de tensión es el proceso de mantener una cantidad predeterminada o establecida de presión o tensión sobre un material determinado entre dos puntos mientras se mantiene la uniformidad y consistencia sin ninguna pérdida en la calidad del material o las propiedades deseadas. Además, cuando se juntan dos o más redes, cada red puede tener diferentes características y requisitos de tensión. Para garantizar un proceso de laminación de alta calidad con mínimos o ningún defecto, cada banda debe tener su propio sistema de control de tensión para mantener el máximo rendimiento y obtener un producto final de alta calidad.
Para un control preciso de la tensión, es fundamental un sistema de circuito cerrado o abierto. Los sistemas de circuito cerrado miden, monitorean y controlan el proceso a través de retroalimentación para comparar la tensión real con la tensión esperada. Al hacerlo, esto reduce en gran medida los errores y da como resultado el resultado o respuesta deseado. Hay tres elementos principales en un sistema de circuito cerrado para el control de tensión: el dispositivo de medición de tensión, el controlador y el dispositivo de torsión (freno, embrague o transmisión).
Podemos proporcionar una amplia gama de controladores de tensión, desde controladores PLC hasta unidades de control dedicadas individuales. El controlador recibe retroalimentación directa de la medición del material desde la celda de carga o el brazo del bailarín. Cuando la tensión cambia, genera una señal eléctrica que el controlador interpreta en relación con la tensión establecida. Luego, el controlador ajusta el par del dispositivo de salida de par (freno de tensión, embrague o actuador) para mantener el punto de ajuste deseado. Además, a medida que cambia la masa rodante, el controlador debe ajustar y gestionar el par requerido. Esto asegura que la tensión sea consistente, coherente y precisa durante todo el proceso. Fabricamos una variedad de sistemas de celdas de carga líderes en la industria con múltiples configuraciones de montaje y múltiples clasificaciones de carga que son lo suficientemente sensibles como para detectar incluso pequeños cambios de tensión, minimizando el desperdicio y maximizando la cantidad de producto final de alta calidad. La celda de carga mide la fuerza de microdeflexión ejercida por el material a medida que se mueve sobre los rodillos tensores causada por la tensión que se aprieta o afloja a medida que el material pasa por el proceso. Esta medición se realiza en forma de una señal eléctrica (generalmente milivoltios) que se envía al controlador para ajustar el par y mantener la tensión establecida.
Hora de publicación: 22 de diciembre de 2023